Pasar al contenido principal

Una pintura de las emociones

Exposición

Una pintura de las emociones

Publicado el 04/09/2017
Muestra "Sumi-e del sur". Imagen de René Díaz.
Muestra "Sumi-e del sur". Imagen de René Díaz.
María José Inda y Danilo Canales exponen, en el Salón Los Conservadores, una serie de trabajos en sumi-e, pintura japonesa a tinta que recoge la filosofía zen para lograr composiciones espontáneas y armónicas.

Espontaneidad, simpleza, ritmo y armonía, son sólo algunos conceptos que describen el sumi-e, una arte japonés milenario que hoy se puede conocer y admirar, en el Archivo Nacional (AN), hasta el 28 de septiembre, a través de las obras de María José Inda y Danilo Canales.

Organizada por el Instituto Cultural Chileno Japonés en el marco de la celebración de 120 años de relaciones diplomáticas entre Chile y Japón, la exposición titulada “Sumi-e del sur” reúne una serie de composiciones en las que los artistas por medio del dibujo monocromático en tinta retratan la fauna y el paisaje de Chile austral.

“Esta técnica pretende captar –con trazos muy simples– las emociones que producen los paisajes que tenemos en el sur, y evocar esas mismas emociones en quienes asisten a la muestra”, explicó Ricardo Kuhn, presidente del Instituto Cultural Chileno Japonés, durante la inauguración.

En este mismo sentido, Osvaldo Villaseca, subdirector (s) del AN manifestó que: “María José Inda y Danilo Canales estudiaron y practican esta técnica por años, y ahora nos invitan a descubrir y maravillarnos con una serie de pinturas que plasman la naturaleza sureña. Utilizando el pincel a mano alzada logran extraer de la tinta figuras armónicas, limpias y delicadas. Podemos aventurar que –de alguna manera– a través de cada trazo enfatizan los lazos entre Japón y Chile”.

En esta oportunidad, el público también pudo disfrutar de la presentación del grupo musical Kokoro no mai (“Danzas del corazón”) que interpretó melodías que resaltan elementos propios del arte minimalista y la filosofía zen.

Un arte vivo

El sumi-e llegó desde China a Japón en el siglo XII a través de monjes budistas zen, y creció en popularidad hasta su apogeo durante el Período Muromachi (1338 - 1573).

“Es un arte de pincel y tinta que integra la caligrafía, la poesía y la pintura, y que continua siendo una importante tradición cultural en el Japón contemporáneo”, expresó María Cristina Pérez de Arce, directora ejecutiva del Instituto Cultural Chileno Japonés. Precisando que en nuestro país esta técnica “ha buscado su propio camino, tal como lo revela la exposición”.

En el caso de María José Inda –licenciada en Artes y Estética de la Universidad Católica de Chile–, desde 2004, realiza en el instituto los talleres de sumi-e y bunka (cultura y estética japonesa), y el gobierno japonés la ha becado en dos oportunidades para especializarse en arte asiático.

En tanto, Danilo Canales, es diseñador gráfico de la Universidad Tecnológica Metropolitana, y desde más de 12 años es profesor de novela gráfica japonesa y sumi-e en el instituto. El artista cuenta que para aprender a pintar tuvo que ir más allá de la pintura, debió asimilar la filosofía zen. “Llegué al concepto wabi sabi, que es difícil de explicar, una definición podría ser “la belleza de lo imperfecto”. Al entender esta idea me relajé, y empecé a entender que no tenía que buscar una meta sino solo hacer. Cada vez que dibujaba subía un escalón”, comentó.

El artista compartió que el sumi-e no le daba una meta sino un camino. “Y al no poseer una meta, no tengo límites. Así podrán entender por qué dibujamos de esta manera. A veces no terminamos un trazo, será el espectador quien lo concluya”, explicó invitando a recorrer la muestra.

TALLERES