El Archivo Nacional efectuó, este 17 de enero, el taller “Uso de cajas didácticas en el aula: Archivos y formación ciudadana” que tuvo como finalidad dar a conocer y experimentar con el material educativo que elaboró durante el año pasado, en el marco del “Proyecto de Educación en Archivos, Memoria y Ciudadanía”.

La actividad –que contó con más de una veintena de docentes– planteó que el uso de los archivos en la enseñanza ciudadana puede ser una oportunidad tanto para profesores como estudiantes, ya que los documentos como fuentes primarias fomentan en los alumnos el desarrollo de habilidades de indagación, pensamiento crítico y construcción del contexto.

Emma De Ramón, directora del AN, fue quien dio la bienvenido a los asistentes, expresando su satisfacción de extender el trabajo de la institución fuera de sus muros, para llegar a las salas de clases y aproximar a los jóvenes a los documentos y la historia. Posteriormente, Nathaly Calderón, profesora de la Unidad de Educación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, y parte del equipo que trabajó en el proyecto, presentó cómo éste fue desarrollado y su aplicación práctica en un colegio.
 

Una caja de experiencias

En un segundo segmento, los profesores y profesoras participaron en la primera actividad que propone el material educativo titulada “El archivo: una caja de experiencias”, que consistió en el dialogo y análisis acerca de tres documentos: la carta de José Miguel Carrera a su esposa antes de ser ejecutado, inserta en su libreta personal (4 de septiembre 1821); la solicitud de indulto de Jorge del Carmen Valenzuela Torres (Chacal de Nahueltoro, 1965), y el testimonio manuscrito de Carmen Gloria Quintana (2 de julio de 1986).

Reunidos en grupos –en torno a una caja– examinaron los facsimilares iniciándose la conversación con la pregunta sobre qué es un archivo, para después iniciar la reflexión sobre los tres documentos a la luz de conceptos como la memoria, el archivo, los conflictos, la conservación y la formación ciudadana, y luego volver a responder la interrogante.

En el cierre de la actividad se invitó a los docentes a dejar dentro de la caja algún documento u objeto personal que diera cuenta de sus propias experiencias, instando a pensar en un archivo de curso o personal

“Surgió mucho la palabra memoria, y la abordamos desde un punto subjetivo y otro documental. Como el documento registra acontecimientos que nosotros recordamos y. también, hablamos del no olvido. Los documentos nos permiten recordar el pasado, reconocer lo que somos y cómo las nuevas generaciones recuerden lo que fuimos”, explicó Eric Alarcón, profesor de Historia de Quillota.

En tanto, María Ignacia Cabrera, docente del Colegio Antártica Chilena comento que: “Lo interesante fue que hubo un cambio en la idea de archivo en respuesta a la pregunta del comienzo, descubrimos que había elemento que queríamos reforzar como memoria y patrimonio, la decisión de qué documentos debían estar o no en un archivo, y agregamos el dinamismo del concepto de archivo”.

Estos comentarios fueron algunas de las intervenciones realizadas en el plenario, donde cada grupo presentó sus reflexiones de la experiencia y proyecciones en el aula del material educativo.