Recordando en marzo a Ambrosio OHiggins
El Archivo Nacional Histórico resguarda numerosos documentos de Ambrosio O’Higgins (1540-1810), padre del futuro prócer de las guerras de Independencia, Bernardo O´Higgins Riquelme, quien gobernó en Chile, entre 1788 y 1796, realizando una gran cantidad de iniciativas asociadas a la fundación de ciudades, la construcción de obras públicas y la relación con los pueblos originarios.
O’Higgins –comerciante irlandés que emigró a Cádiz y luego a América– comenzó a dejar su huella, en 1761, cuando se radicó de manera definitiva en Chile como ayudante del ingeniero irlandés John Garland. Junto a Garland, trazó el primer mapa general de Chile, cuyo original se conserva en la Mapoteca del ANH, y con certeza le permitió conocer en profundidad el territorio que unos años después gobernaría.
Justamente, este mes de marzo, su biografía registra dos acontecimientos significativos. El primero, fue su nombramiento como Virrey del Perú, un 4 de marzo de 1796, estando en Talcahuano, recibió de manos del brigadier Álava la real orden, del 30 de noviembre de 1795, del rey Carlos IV nombrándolo virrey del Perú, máximo cargo al que se podía aspirar entonces.
Ambrosio O’Higgins, se embarcó inmediatamente en el navío de la Armada española “La Europa” rumbo a Valparaíso, desde donde escribió de su propio puño y letra la nota fechada el 24 de marzo, cuyo original conserva el ANH, con el propósito de hacerla llegar al Cabildo de Santiago, tal vez para que fuese recibido con todos los honores de un virrey.
La breve misiva, curiosamente, O’Higgins no la firmó como gobernador sino como Barón de Ballenary, título nobiliario recibido, en 1795, de manos del rey Carlos IV. Asimismo, el trazo irregular de la caligrafía deja entrever ya a un hombre cuya salud estaba debilitada.
Los preparativos para dejar listos todos sus asuntos de gobierno y personales tardaron aproximadamente un mes, sólo después partió rumbo a Lima.
El segundo acontecimiento fue su deceso. Ambrosio O’Higgins, siendo ya un hombre octogenario, y con más de cuatro décadas de servicio a España, falleció siendo virrey del Perú un 18 de marzo de 1801, no alcanzando en la capital del virreinato el éxito en su gestión como sucedió en Chile. En Lima, la elite tanto española como criolla no lo aceptó del todo por su origen irlandés principalmente.
(Texto basado en la investigación de Pablo Moya, profesional del ANH).