Documentos de Clotario Blest son donados al Archivo Nacional
"Los archivos son el corazón de una comunidad, y este archivo es el corazón del mundo sindical", expresó Óscar Ortíz, secretario y amigo de Clotario Blest Riffo, quien donó al Archivo Nacional (AN) la documentación que le entregó el destacado dirigente sindical para su resguardo.
La documentación, que abarca desde las décadas de 1950 y 1960, comprende correspondencia recibida y despachada por Blest, invitaciones procedentes desde sindicatos y asociaciones gremiales, telegramas, informes y reportes del mundo del trabajo, entre otros documentos producidos y recibidos como presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT).
Ortíz relató -en el acto realizado, el 21 de enero, en el Salón Los Conservadores- que en 1970, cuando solo tenía 15 años entabló una gran relación de amistad con él, y lo vio siempre cuidar personalmente sus documentos, y que después de 1973 circulaban con ellos de un lugar a otro, hasta que se los dio para que los guardara en su casa.
Actualmente vive en Quillón, Región de Ñuble, y los voraces incendios de principios de mes lo llevaron a reflexionar sobre su seguridad. "Opté por entregarlos al Estado, él fue un empleado público, y agradezco que queden en el Archivo Nacional", expresó.
El conjunto documental, también, reúne información sobre su labor fundadora en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y a partir de la década de 1970 sobre sus luchas por la dignidad de quienes se oponían a los atropellos a los DDHH cometidos por la dictadura cívico militar, a través del Comité de Defensa de Derechos Humanos y Sindicales (CODEHS).
"(Clotario Blest) es una figura emblemática para los trabajadores y las trabajadoras de Chile. Una figura excepcional, que jamás dio su brazo a torcer frente a las injusticias (…) Prometemos que vamos a cuidar estos documentos, los vamos a trabajar y poner a disposición de toda la comunidad", expresó Emma De Ramón, directora del AN.
Incansable luchador
Clotario Blest Riffo nació, en 1899, en el seno de una familia modesta, inició su labor como empleado público en 1922 en la Tesorería General de la República, y casi en forma simultánea comenzó a frecuentar las conferencias del dirigente Luis Emilio Recabarren, junto a coincidir con agrupaciones sociales ligadas a la Iglesia católica, propiciando un Jesús Obrero, una idea completamente disidente de la jerarquía eclesiástica.
En la década de 1930 comenzó su actividad sindical al interior de la administración pública, organizando clubes deportivos y la Asociación de Empleados de Tesorería. Esta labor sindical quedó plasmada en la conformación de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), en 1943.
Clotario Blest solía identificarse como "un incansable predicador de la unidad de la clase trabajadora chilena, porque cuando la clase trabajadora chilena está unida, es invencible" a partir de hoy sus documentos en el Archivo Nacional formarán parte del patrimonio documental del país y están destinados a ser una fuente vital para la construcción de la historia de los trabajadores en la segunda mitad del siglo XX.