En el contexto del aniversario N°97 del Archivo Nacional de Chile (AN), el viernes 29 de noviembre, la institución celebró el hito con la ceremonia de transferencia del Archivo de la desaparecida Empresa Nacional del Carbón - Enacar, perteneciente a Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), a su acervo.

A la actividad asistieron Claudio Maggi, gerente de Desarrollo Territorial de CORFO, Nélida Pozo, directora del Servicio Nacional del Patrimonio (Serpat), Emma de Ramón, directora (s) del AN, y Elizabeth Aguilera, presidenta Mesa Ciudadana Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota.

El AN sumó un nuevo año con muchos desafíos aún. Sin embargo, la última década, ha logrado una visibilización de su rol en nuestra sociedad a través de la creación del Sistema Nacional de Archivos, de la implementación de los Archivos Regionales y de la presentación de un proyecto de Ley Nacional de Archivos. El resguardo del patrimonio documental y la garantía de los derechos de la ciudadanía son un trabajo que realiza permanente con dedicación y competencia, a través de la paulatina modernización de su gestión y el mejoramiento de los servicios para, así, asegurar el acceso a la documentación que resguarda.

Precisamente, en esta línea de trabajo se comprende la transferencia del Archivo de la Enacar al AN. Al respecto, Emma de Ramón expresó: “El archivo, en el fondo, es memoria, es la memoria de las personas. Y cuando además es memoria de comunidad, es todavía más archivo, porque finalmente es de todos nostros, que con tanto esfuerzo vamos construyendo este país, y vamos dejando nuestra huella a quienes vienen después”. Y agregó: “Feliz de recibir estos documentos, después de tanto trabajo. Y feliz de seguir trabajando para que Lota tenga su archivo, y así se consolide la memoria de esa hermosa ciudad que –parafraseando a un escritor chileno–  tiene la sangre y la esperanza de nuestro pueblo”. Es por ello, puntualizó, que los documentos quedarán en la Región del Biobío, en Lota, como parte fundamental del patrimonio y la memoria de las comunidades de la Cuenca del Carbón.

En tanto, Claudio Maggi expuso que: “Celebramos que el año 2021, el Consejo de Monumentos Nacionales –del cual Emma de Ramón es consejera– haya declarado Monumento Histórico al Archivo de la Enacar, y que mejor que tenerlos a buen resguardo, que la institución que en Chile resguarda este patrimonio lo haya puesto en valor. Ahora será parte del patrimonio de Lota, que pronto esperamos que sea declarada Patrimonio de la Humanidad”.

La directora del Serpat, Nélida Pozo, comentó en su intervención que la Mesa Ciudadana de Lota ha sido clave en el proyecto del Archivo de la Enacar, precisando que “estos documentos no son solo un registro de la historia económica y social de nuestro país, sino también una ventana de luchas, esfuerzos y vivencias de las familias que dedicaron su vida al desarrollo de esta industria, su preservación y puesta en valor nos permite rescatar y visibilizar estas historias proyectándolas hacia las nuevas generaciones”. Destacó el arduo trabajo de los equipos del AN que “pusieron su conocimiento, dedicación y compromiso en cada etapa del proceso, desde la conservación física y técnica hasta el diseño de estrategias que aseguren la accesibilidad de los documentos para toda la comunidad”.

Asimismo, la autoridad apreció que la ceremonia fuese enmarcada en el aniversario del AN: “Es casi un siglo de historia que nos invita a reflexionar sobre el profundo impacto de esta institución en la que ustedes trabajan (el Archivo Nacional), que ha sido clave en la construcción de la memoria colectiva y en la preservación del patrimonio documental de Chile”.

El patrimonio y la memoria del la Cuencia del Carbón

Desde 2019, el Archivo Nacional (AN) asesoró en materia archivística y de preservación a la Subsecretaría del Patrimonio y a CORFO con el objeto de rescatar, organizar, preservar y poner a disposición de la comunidad de la Cuenca del Carbón, un valioso conjunto de documentos producidos por la Enacar, que cubre el periodo entre 1921 a 2016, aproximadamente.

El conjunto documental es rico en información. Cabe destacar entre los documentos que los integran, las fichas de ex mineros y trabajadores de Lota, Lebu, Schwager (Coronel), Pilpilco (Arauco), Trongol (Curanilahue), Colico (Curanilahue) y Victoria; contratos colectivos; diversos planos y croquis de servicios, minas y pirquenes; protocolos de acuerdos entre la empresa y los trabajadores; informes de gestión, estados contables y financieros; documentos sobre el sistema de seguridad y prevención de riesgos de la empresa; antecedentes de las minas y piques mineros; documentos sobre la comercialización y  actividades de venta del mineral, entre otros.

Este trabajo se inserta en el denominado “Plan Lota” –impulsado por la Subsecretaría del Patrimonio– que reúne a diversas instituciones, como la Subsecretaría de Desarrollo Regional, Ministerio de Obras Públicas y la Ilustre Municipalidad de Lota, con la finalidad de generar un plan de manejo que potencie diferentes hitos patrimoniales de la ciudad, como la mina Chiflón del Diablo, la Casa Jacarandá, el Parque Isidora Cousiño, el Archivo de la Enacar y el sector de Chambeque.

Durante la ceremonia, Alan Ceballos, archivero, y Sara Luna y Andrea Pozas, conservadoras, presentaron el tratamiento archivístico realizado al conjunto documental. Este equipo fue asesorado por la Coordinación Técnico Normativa, a través de sus Unidades de Transferencias y Adquisiciones Documentales, de Clasificación y Descripción y de Conservación y Restauración.

Alan Ceballos explicó que en 1997 fue el primer cierre de una mina en Lota, y en 2017 se extingue la personalidad jurídica de la Enacar, en estos 20 años se entregaron y cerraron sus establecimientos, además fue centralizada e instalada la documentación dispersa de la empresa–una labor efectuada por los/as mismos/as trabajadores/as– en dos edificios: la casa oficina conocida como la Casa del Ex Gerente de la Enacar y el bunker, conocido también como El Polvorín.

Entre 2021 y 2023, se llevó a cabo la primera fase del tratamiento archivístico, que correspondió a l control físico que tuvo dos actividades: el inventario y el diagnóstico de las unidades de instalación. El trabajo –señaló el archivero– arrojó el número de 7.346 unidades de instalación, correspondiente a 1.090 metros lineales.

Entre el 2023 y 2024, se realizó la clasificación y el ordenamiento documental, pasos que dieron inicio de la descripción del Archivo de la Enacar. Asimismo, el equipo ha realizado actividades de socialización en el territorio, el que ha permitido la digitalización de documentos: 20.000 páginas, en una primera etapa, y30.000 páginas, en una segund.

A la par de estos procesos, fue ejecutada la labor de conservación por Sara Luna y Andrea Pozas, quienes emplearon una metodología de gestión de riesgos, siguiendo directrices de la Unidad de Conservación del AN, que buscó comprender y gestionar todos los impactos negativos hacia el acervo en los dos espacios en que se conserva, siempre abordando las medidas desde lo macro a lo micro. En este proceso se enfrentaron problemas como la presencia de palomas, la instalación eléctrica, el deterioro de los edificios, la filtración de agua y la ausencia de espacios adecuados de almacenamiento. Todos estos temas se han ido subsanando, pero explicaron que aún necesita mejorar.

Conjuntamente, se efectuaron talleres participativos en Lota, Lebu, Coronel, Curanilahue y Concepción, en donde fueron presentadas algunas agrupaciones documentales definidas hasta ese momento, consultándoles a las comunidades cuáles consultarían primero. Los expedientes de personal fueron los documentos más mencionados, por lo que la digitalización comenzó por esta documentación.

Con relación al trabajo con la comunidad, Elizabeth Aguilera, presidenta Mesa Ciudadana Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota, manifestó que: “Entre las peticiones que hicieron los mineros al cierre de las minas, un cierre violento que no debe olvidarse, estuvo la protección de los archivos. Hacia 2011, cuando nos organizamos uno de nuestros objetivos fue rescatar los archivos y que quedaran en Lota, pues eran una memoria e historia a la cual no podíamos renunciar”. 

Reconoció el apoyo del AN en la persona de su directora, y concluyó: “Esto ha sido una cadena de voluntades, y esto me emociona mucho, porque hemos sido un pueblo bien maltratado en muchos aspectos y que todo nos cuesta tanto. Pero cuando uno se encuentra con gente de buena voluntad, con compromiso que hace su pega, y que la hace con entusiasmo, porque sabe que está haciendo algo que va a perdurar en el tiempo y que es bueno para todos. Esto como comunidad nos tiene mucho más entusiasmados, mucho más comprometidos en continuar por esta senda hasta lograr ser Patrimonio de la Humanidad. Pero queremos que eso sea solo un título, quiero que sea la palanca de desarrollo que nos vuelva a catapultar al lugar que una vez tuvimos (….) que Lota abra las puertas a un nuevo desarrollo de nuestra región”.