Hoy la comunidad archivística de Iberoamérica está de luto. En la madrugada de ayer, nos enteramos del fallecimiento de Antonia Heredia Herrera, archivera e historiadora española de reconocida trayectoria profesional con un profundo y sistemático trabajo en el campo de los Archivos, los documentos, y la Archivística, como da cuenta su incansable y profundo compromiso con la profesión de archivera, investigación y su destacada docencia.

Antonia, se recibió de Doctora en Historia de América por la Universidad de Sevilla con la tesis titulada La renta del azogue en Nueva España (1709-1751) en el año 1977 obra pionera considerada un referente obligado en la producción historiográfica de nuestro continente, en particular, por tratar un periodo especifico la administración del Azogue al margen de la administración virreinal. Sin duda, esta obra abrió el camino para su futura carrera como una experta y conocedora en profundidad del acervo documental que quedo como legado producto de la administración del Estado Español en el territorio americano.

Pues bien, con tan sólo 28 años, ingreso al Cuerpo Facultativo de Archiveros del Estado español, en particular, al Archivo General de Indias donde permaneció por más de treinta años. Más adelante, entre 1972 y 1995 ejerció el cargo de directora del Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla. Bajo su dirección, se diseñó un plan de trabajo con fuerte incidencia en los archivos municipales sevillanos, diseñando y aplicando instrumentos con resultados que han constituido referentes insoslayables para aquellos que se dedican a la archivística municipal en Iberoamérica. Posteriormente, 1995 y 2004, ocupó la Dirección del Archivo General de Andalucía continuando su labor de promoción y desarrollo de la Archivística, por ejemplo, con la redacción del Reglamento de Archivos Andaluces (2000) y su papel como vocal de la Comisión Andaluza Calificadora de Documentos Administrativos

Por otra parte, nuestra recordada archivera ejerció docencia destacando su rol como codirectora y docente del Máster en Gestión Documental y Administración de Archivos impartido por la Universidad Internacional de Andalucía, en el cual, participaron varios profesionales de nuestro continente.

En nuestra región, visito México, Costa Rica, Colombia, Brasil, Perú, Uruguay, Chile, entre otros. En estas visitas estableció vínculos y redes profesionales con autoridades y profesionales de los respectivos Archivos Generales.

En cuanto a su obra, es digno destacar su libro Archivística General: Teoría y práctica publicada en 1986 con varias ediciones. Obra robusta y gruesa con más de quinientas páginas que en diecinueve capítulos aborda diversos conceptos y temas como el propio concepto de Archivística, pasando por el relativo al Archivo, la distinción entre documento e información, como también los conceptos y prácticas relevantes en la gestión de los documentos gestión documental como: organización, ordenación, descripción, acceso, entre muchos otros.

En el año 2007, sale a luz el libro ¿Qué es un archivo? que da origen a una colección bajo la dirección de Joan Boadas i Raset (Ediciones Trea), y que ella misma señala en su introducción como una forma de actualizar la última edición del año 1995 de su obra Archivística General. Teoría y práctica.

Más adelante, una obra gran relevancia corresponde al libro Lenguaje y vocabulario archivístico. Algo más que un diccionario que proporciona relaciones, ejemplos, definiciones y observaciones a distintos conceptos en más de ciento cincuenta páginas. Para muchos de nosotros, ha sido una obra de consulta obligada al abordar algunas definiciones sobre Archivo/archivo, fondo documental, serie documental, tipo documental, Sistemas y Redes de Archivo, etc. En este propio libro, resulta curioso el llamado a no usar la expresión “Expurgo” como sinónimo de eliminación, ya que, en su apreciación constituía un término en “desuso y descolgado” del vocabulario archivístico.

Con la publicación del Real Decreto 4/2010 que regula el Esquema de Interoperabilidad Español y que implica la publicación de un conjunto de Normas Técnicas y Guías de Aplicación, la archivera emprende un trabajo de revisión y aclaración de diversos conceptos haciendo un llamado a la no confusión, y a la vez, una correcta aplicación del ejercicio archivístico en el contexto de la Administración Electrónica. En efecto, una revisión del portal de difusión de producción científica Dialnet nos da cuenta del profuso e ingente trabajo de producción al que hacemos referencia desde el año 2010 en adelante. Es que, a pesar de su edad, Antonia no se detenía en reflexionar y dar a público conocimiento su posición sobre los cambios y ajustes en el ejercicio de la ciencia archivística.

Con motivo a la pandemia mundial por el COVID-19 y las dificultades de desplazamiento era frecuente observarla en reuniones y congresos virtuales que han quedado grabados y que son posibles de reproducir en las diversas plataformas de interés donde es posible observar con claridad su posición sobre la Archivística.

Es de público conocimiento que Antonia fue una maestra formadora de varios discípulos. Algunos consolidados que bien merecen el apelativo de maestros. En cierta medida, se podría indicar esa célebre frase: “maestra de maestro”. De lo anterior, dan cuenta archiveros de reconocido prestigio internacional como Alfonso Díaz Rodríguez, Mariano García Ruipérez, Pedro López Gómez, entre otros. No sólo establecido relaciones en términos de formación, sino que de una amistad y compromiso profesional.

Finalmente, por su trayectoria profesional recibió numerosos premios y distinciones. Por ejemplo, Socia de honor de la Asociación Venezolana de Archiveros (1985); Miembro de honor de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión (1991); Personaje andaluz distinguido con motivo del Día de Andalucía (2004); Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla (2008); Medalla de Asociación Española de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos y Documentalistas (ANABAD), en el año 2008; Socia de honor de la Asociación Uruguaya de Archivólogos, en 2009; Distinguida con la Bandera de Andalucía (2015); Socia de honor de la Asociación de Archiveros de Andalucía (AAA); y, Premio de Honor de la Asociación de Archiveros de Castilla y León (ACAL) en Salamanca (2018); entre muchos otros.

Sin duda, Antonia Heredia Herrera nos deja un gran legado de excelencia profesional, amor y compromiso como archivera, un ejemplo digno para tod@s los que hemos decidido seguir esta profesión.

Gabriel Salazar Soto

Conservador

Archivo Regional de O´Higgins