1968 es recordado como el año en que la juventud del mudo se alzó contra las injusticias. El largo 68’ chileno de Miguel Enriquez comienza un poco antes, a principios de diciembre de 1967, cuando asume la Secretaría General del MIR. La tarea principal de este cambio de liderazgo al interior de la organización fue preparar las condiciones para iniciar la revolución en Chile.
Asimismo, está marcado por una serie de acontecimientos personales en su vida, los que le contó a su amigo Fernando Martínez Heredia en carta de fecha 10 de julio de 1968: “Soy ya un médico; me recibí en mayo; me casé en enero; vivo en Santiago desde junio; trabajo 4 horas al día de médico, lo que me permite vivir, y el resto lo dedico a tratar de ‘curar la sociedad’”.