El 23 de octubre de 1753, se fundó Casablanca con el nombre de villa de Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, en honor a Bárbara de Braganza, esposa de rey Fernando VI, por orden del gobernador Domingo Ortiz de Rozas (1683-1756), en el valle que los indígenas llamaban Acuyo.
El trazado original fue delineado –conforme a la tradicional cuadrícula española– por Joseph Bañado y Gracia, juez agrimensor del obispado. Junto al levantamiento de las primeras edificaciones, las autoridades tomaron medidas para fomentar el progreso de la población. En la nueva ciudad fue nombrado un teniente general, dependiente del corregidor de Quillota, pero también recibía órdenes del gobernador de Valparaíso, en caso de algún ataque al puerto.
Se cuenta que el nombre de Casablanca tiene su origen en una casa de muros blanqueados que estaba en una loma del valle. Su ubicación era privilegiada al estar en el camino entre Valparaíso y Santiago, la principal vía comercial del país. En 1795, finalizó la construcción de la cuesta Zapata, ´siendo gobernador Ambrosio O’Higgins, y en ese mismo año terminó el trazado del camino a través del valle de Casablanca.
Con los años, la ciudad fue distinguida por su buen suelo para el cultivo y por sus lavaderos de oro. Actualmente, el valle es reconocido por sus plantaciones vitivinícolas.