Las palabras de despedida que desde la cárcel de la ciudad de Mendoza, Argentina, escribió el chileno José Miguel Carrera a su esposa Mercedes Fontecilla el 4 de septiembre del año 1821, cobran un significado especial en el marco del Día de los Enamorados. Esta última carta de puño y letra de Carrera antes de ser fusilado, quedó registrada en la libreta personal del prócer que conserva y resguarda el Archivo Nacional junto a numerosos documentos de la historia patria.
Antes de su muerte, Carrera vivía en el exilio en Argentina y había sido derrotado por las fuerzas del coronel mendocino José Albino Gutiérrez en la localidad de Punta del Médano el 30 de agosto de 1821. A pesar de los intentos de replegarse a Jocolí con sus tropas, el chileno fue traicionado por algunos seguidores y oficiales, quienes le tomaron prisionero y entregaron al coronel Gutiérrez junto a José María Benavente y Felipe Álvarez.
Una vez enjuiciado y condenado a muerte, fue fusilado por orden de Tomás Godoy Cruz cerca del mediodía del 4 de septiembre en la plaza de Mendoza. Esa misma mañana José Miguel Carrera había escrito a su esposa, que también se encontraba en Argentina, una carta de despedida, cuya transcripción señala:
"Sótano de Mendoza, Septiembre 4 de 1821, 9 de la mañana
Mi adorada pero muy desdichada Mercedes
Un accidente inesperado y un conjunto de desgraciadas circunstancias me han traído a esta situación triste: ten resignación para escuchar que moriré hoy a las once, si mi querida moriré con el solo pesar de dejarte abandonada con nuestros cinco tiernos hijos, en un país extraño, sin amigos, sin relaciones, sin recursos.-
Más puede la providencia que los hombres! No sé porqué causa se me aparece como un ángel tutelar el oficial D... Olazabal con la noticia que somos indultados y vamos a salir en libertad con mi buen amigo Benavente y viejito Álvarez que nos acompaña.
Solo la Patria y ley [ilegible] nos debemos
Y por ella morir, vivir por ella
¿Amáis la libertad, disfrutáis de ella? Dignos apareced de conservarla
H del R
Ídem
Los hombres son iguales no en sus [¿tumbas?]
En la virtud su diferencia estriba
Solo es una la ley en todo Estado, ningún mortal ante ella se distingue".
La misiva finaliza con algunas frases que parecen ajenas al contexto amoroso, pero a juicio de la coordinadora del Archivo Nacional Histórico, Emma de Ramón, hay que considerar la circunstancia en la que se encontraba el libertador. "Estaba a minutos de ser fusilado y, posiblemente, esto le hacía ser un poco errático en su mensaje, pasando del tema de la despedida a frases relativas a su amor a la Patria, a la libertad y a las leyes. Recordemos que uno de los principios que inspiraba a estos libertadores era la idea que todos debíamos ser iguales ante la ley, diferente del sistema monárquico cuyas leyes se aplicaban de manera diferente según el estamento al que pertenecían las personas (nobleza o pueblo llano)", afirma de Ramón.
La historia de amor de José Miguel Carrera y Mercedes Fontecilla
En pleno ambiente de confrontación por la lucha por la independencia, José Miguel Carrera Verdugo se da tiempo para contraer matrimonio con su novia de 15 años de edad, María Mercedes Fontecilla Valdivieso, unión celebrada el 20 de agosto de 1814 en la Catedral de Santiago.
Doña Mercedes fue una esposa fiel, que compartió valientemente con él todas las experiencias de la lucha y del matrimonio nacieron cinco hijos: Francisca Javiera, Roberta, Rosa, Josefa y José Miguel. Este último nació después de la muerte de su padre y se convirtió en el padre de Ignacio Carrera Pinto, héroe de la Guerra del Pacífico.
El escritor Vicente Grez dedicó el capítulo VIII de su libro "Las mujeres de la Independencia" (1878) a Mercedes Fontecilla y en el da cuenta de la bella historia de amor forjada por la pareja.