Cartas de Luis Emilio Recabarren a Alberto Martínez (1912-1920)

Correspondencia de Luis Emilio Recabarren a Alberto Martínez. Iquique, 1912-1915. Archivo Nacional. Fondos Varios, vol.1157. Foja 9.

En el Fondo Varios del Archivo Nacional Histórico se encuentran 59 cartas que el destacado dirigente obrero socialista y tipógrafo Luis Emilio Recabarren escribió a su colega y correligionario, Carlos Alberto Martínez entre 1912 y 1920.

Ambos tipógrafos participaron en la fundación y dirección de cientos de periódicos obreros que circularon en la pampa salitrera, puertos, minas de carbón y cobre y grandes ciudades.

Estos periódicos fueron un medio de denuncia de la explotación de los trabajadores, instrucción ideológica y de formación de la conciencia obrera.

Alberto Martínez había adquirido amplia experiencia como tipógrafo trabajando por años en la Imprenta Universo, desde donde se retiró para abrir su propio taller en Santiago. En él producía periódicos obreros, propaganda política, actuaba como corresponsal, suministraba ayuda técnica, maquinarias y todo tipo de elementos a las pequeñas imprentas obreras del norte y sur de Chile.

La correspondencia de Recabarren a Alberto Martínez se trató, precisamente, sobre la fundación y marcha de los periódicos y encargos de clichés de imprenta.

Las primeras cartas enviadas desde Iquique, entre 1912 y 1915, dieron cuenta de la fundación y marcha de los periódicos obreros El Despertar de los Trabajadores y el dominical El Bonete. En éstas manifestaba la satisfacción ante la puesta en marcha de estas publicaciones.

De 1913 datan varias cartas enviadas durante su gira por Antofagasta, donde Recabarren promovía el recién fundado Partido Obrero Socialista.

En 1915 Recabarren abandonó la provincia de Tarapacá y se dirigió a Valparaíso al primer congreso de ese partido. Las cartas desde ese puerto comunicaron a Alberto Martínez las dificultades que tuvo para financiar El Socialista, periódico de la colectividad, que intentaba difundir en la Quinta Región.

La serie de misivas continuó entre 1918 y 1920. Esta vez las cartas fueron enviadas desde el puerto de Antofagasta, donde Recabarren se instaló después de regresar desde Argentina, haciéndose cargo de la administración de la imprenta y redacción del periódico El Socialista, órgano de las secciones socialistas de Antofagasta.

Este epistolario corresponde a un conjunto de documentos que dan cuenta de la vida cotidiana de Recabarren, de cómo financiaba sus periódicos a través de todo tipo de trabajos de imprenta, suscriptores y colaboradores, amigos que sirvieran de agentes y vendedores, invitando a compañeros a colaborar como corresponsales o enviando dibujos o grabados.